¡Menuda orquesta tenemos en casa! Estoy pensando en vender entradas para que podáis escuchar los extraordinarios conciertos que organiza, crea y dirige nuestra enana para el disfrute de su mamá y Canelito. ¿Os imagináis a Mozart y Beethoven tocando juntos? ¿Y a Vivaldi mientras Papageno y Papagena entonan la famosa escena de La Flauta Mágica?
La temporada comenzó con Mi primer Mozart y Mi primer Beethoven cuando Elea iba camino del año, y todo gracias a Paco, nuestro libro musical favorito. Cuando llegaron a casa fue una revolución, claro, ¡más libros con sonidos! ¡CON SENSORES ULTRASENSIBLES! Es decir, no nos necesitaba como con Paco, que para que sonasen las piezas había que apretar un pelín. Y eso nos pareció… ¡GENIAL! Porque además de poder valerse por sí misma y sentirse (y hacérnoslo ver) orgullosa nos seguía requiriendo para compartir con nosotros la experiencia de escuchar las melodías y observar los dibujos.
A día de hoy, 6 meses después, no deja de fascinarme la calma con la que observa las ilustraciones y examina los detalles de cada doble página mientras suenan importantes obras musicales.
Cuando llegaron Mi primer Vivaldi y Mis primeras Óperas pensamos que serían los nuevos reyes de la estantería, pero estábamos equivocados, cosa que nos dejó más que satisfechos y sorprendidos: volvía a demostrar que tiene sus preferencias, sus gustos; si a Elea le sumáramos un año por cada vez que han sonado “las estaciones” de Vivaldi tendría, por lo menos, 7 vidas como los gatos; aunque Mozart y Beethoven han sido y son los que más escucha y ¡baila!
Bailando un minueto
Son libros en cartoné editados por Timun Mas e ilustrados por Séverine Cordier muy fáciles de manejar por manitas blanditas y pequeñas y bastante cómodos para viajar, nosotros siempre llevamos alguno en nuestras escapadas.