Nos ha costado encontrar nuevos momento y espacio cuento agradables y sobre todo cómodos, porque a Elea le va gustando sentarse a mi lado o frente a mí. El calor nos desbarajustó los horarios durante unas semanas y nos obligó a cambiar la mecedora por… ¡un desastre de momento cuento en la terraza! La combinación flores, césped, Canelo con su cuerda, la regadera y LOS AUTOBUSES Y CAMIONES DE LA CALLE no ayudaban a aprovechar el fresco mañanero leyendo.
Y se acabó el momento cuento. No podía creerlo, con lo que le gustaban y el tiempo que les dedicaba, ni siquiera por la tarde noche les hacía caso… Dejé de intentarlo, no volví a insistirle, pero coloqué montoneras de cuentos en las terrazas, sobre las mesas, en la cama de verano, el sillón, los sofás, etc. Y, de repente, llegó el día en que creamos nuestro momento-espacio cuento, sobre el césped, al lado de las flores y la piscina, con Canelo tumbado a nuestro lado y disfrutando de una gran sombra y el fresquito de las 9:00 de la mañana. ¡Hacemos un equipazo de leonas!
Por las noches continúan ganando la batalla los autobuses, camiones y aviones que pasan por la zona, en cuanto oye uno se vuelva loca y hay que asomarse a despedirlo… pero estoy segura de que será un momento cuento magnífico en cuanto empiece la escuela infantil y por las mañanas, o mejor algunas mañanas, no podamos leer.
Canelo está muy contento con esta nueva rutina
Concentradas y fresquitas
¿Vosotros tenéis momento-espacio cuento? ¿Habéis tenido que cambiarlo alguna vez?
La gata melman 